1.3 Los bronquios y bronquiolos

La tráquea se divide en dos bronquios, uno para cada pulmón. Los bronquios se ramifican formando los bronquiolos (Fig. 4).

Los bronquiolos tienen un diámetro de menos de 1 mm. En los bronquiolos no encontramos anillos cartilaginosos, pero hay discos de cartílago que endurecen los conductos. El epitelio de los bronquiolos no tiene cilios ni producción de moco. Además, existe un mayor grado de músculo liso alrededor de los bronquiolos (Fig. 5). La presencia de fibras musculares hace que se pueda modificar el diámetro de los bronquiolos, de modo que la velocidad del aire dentro y fuera de los alvéolos puede ser ajustada (véase más adelante).

Los bronquiolos se ramifican formando los bronquiolos terminales, que tienen un diámetro de menos de 0,5 mm. Los bronquiolos terminales acaban en lo que llamamos los bronquiolos respiratorios. Los bronquiolos respiratorios terminan, finalmente, en un grupo de “burbujas” que llamamos los alvéolos o sacos alveolares (Fig. 5).

Fig. 4

Fig.5