El control de la respiración se produce en los centros nerviosos respiratorios situados en el bulbo raquídeo y en el puente o protuberancia. Aquí se regulan las contracciones del diafragma y los músculos intercostales que controlan la frecuencia y el ritmo respiratorio.
Hay tres áreas en el bulbo raquídeo y la protuberancia que regulan la respiración (Fig. 16):
- El grupo de la respiración ventral (GRV), ubicado en el bulbo raquídeo.
- El grupo de la respiración dorsal (GRD), ubicado en el bulbo raquídeo.
- Los centros pontinos, ubicados en la protuberancia.
El GRV rige la inspiración. Aquí nos encontramos con las neuronas que, cada vez que inspiramos, envían los impulsos nerviosos rítmicos causantes de la contracción del diafragma y de los músculos intercostales a intervalos regulares. Entre cada pulso las contracciones se detienen y se produce la espiración.
El GRV está regulado por el GRD, que recibe impulsos de los receptores de estiramiento y de quimioreceptores de los vasos sanguíneos, los músculos y el tejido pulmonar. El GRD puede entonces, ajustar la frecuencia y la profundidad de la respiración.
Los centros pontinos ajustan la respiración para que sea suave y continua.